Los bebés de un año de edad siguen buscando un objeto en el mismo sitio en el que se escondió incluso después de que han visto que ha sido escondido en otro lugar distinto. Es decir, realizan generalizaciones, según un estudio dirigido por la Academia de Ciencias Húngara en Budapest que se publica en la revista 'Science'.
El estudio, dirigido por Jozsef Topal, muestra que los bebes en realidad aprenden sobre la formación de generalizaciones cuando hacen esto y no es que olviden lo que acaban de observar. Según los autores, no es que sus cerebros sean inmaduros como anteriores trabajos de investigación habían propuesto sino que los bebés malinterpretan la tarea en cuestión.
Los científicos proponen que la interacción de aprendizaje social que se produce durante la primera parte del denominado "error A no B", cuando un adulto esconde repetidamente el objeto en un contenedor, garantiza una fuerte asociación entre el objeto y el contenedor.
En su estudio, los investigadores descubrieron que cuando el objeto era escondido sin ninguna comunicación entre el profesor y el niño, las tasas de error del bebé disminuían. Así que, cuando el adulto está escondiendo el objeto en el primer contenedor, sus miradas, movimientos oculares o su lenguaje probablemente indican al bebé que "este tipo de objeto suele encontrarse en el contenedor A", en vez de "el objeto está ahora en el contenedor A".
SCIENCE. 2008 SEP;321:1831 - 1834
12/10/2008